En los últimos años ha aumentado significativamente la preocupación del consumidor por la calidad del producto que adquiere, su perfil está cambiando hacia un consumidor más informado, preocupado por su salud y consciente en su forma de comprar y consumir. Como respuesta a este nuevo perfil de consumidor y a la creciente preocupación de la sociedad por el consumo de alimentos más saludables, el gobierno anunció en 2018, la puesta en marcha de Nutri-Score, un nuevo método de etiquetado frontal de los alimentos que viene utilizándose en Francia (de forma voluntaria para los fabricantes) desde hace un año.
El código Nutri-Score consiste en un código de letras y con coloración gradual del verde al rojo en cinco niveles, al estilo de un semáforo, siendo el verde alimentos de mejor calidad y los rojos los de peor calidad nutricional. La calificación final de cada alimento se basa en un algoritmo el cual pondera del 1 al 10 elementos considerados como negativos para salud como, aporte energético, azúcares, grasas saturadas y sodio, y por otro lado, las características nutricionales positivas, % de frutas y verduras, gramos de fibras y gramos de proteínas, por 100 gramos de producto, existiendo unos límites y puntuaciones específicas para las bebidas.
Este nuevo sistema de etiquetado frontal servirá de referencia de la calidad nutricional de los alimentos y bebidas, de forma que los consumidores puedan comparar, de forma más visual, con otros productos similares.
Desde que se ha hecho público este sistema ha estado rodeado de dudas y polémicas por parte de algunos productores, entre ellas, los productores de aceite de oliva virgen extra declararon que bajo este algoritmo el aceite sería calificado con una D (color naranja), en cambio una bebida gaseosa “zero” sería calificada con una B (verde clarito), Por otro lado ¿Qué pasará con los productos frescos como la leche, los huevos o las frutas y verduras?. Ante todas estas dudas el ministerio aclara que determinados alimentos estarán exentos del etiquetado Nutriscore, aquellos que contengan un solo ingrediente quedan ‘indultados’ y no tendrán que someterse al semáforo nutricional, incluyendo el aceite de oliva, la leche, los huevos o la miel. Además, el ministerio ha asegurado que “el modelo francés ya implantado es la base de la clasificación pero en España se adaptará a la dieta mediterránea, para lo que se contará con los mejores expertos en la materia”
En España, aún no sabemos cuál será la fecha de implantación oficial este sistema, lo que sí sabemos es que las empresas ya pueden implementarlo de forma voluntaria, como podemos comprobar en algunos supermercados. Aunque tendremos que permanecer a la espera de la publicación del Decreto Ley por parte de Sanidad, el cual se prevé salga a lo largo de este año, para conocer los detalles de este etiquetado y saber si será de carácter voluntario (como en Francia) o si finalmente su uso será obligatorio para todos los productos alimenticios, como ha declarado en algunos medios la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Desde Estandar, gestión alimentaria, somos conscientes de la confusión que, en ocasiones, genera la normativa sobre etiquetado alimentario en las empresas del sector y de la ingente cantidad de cambios que se han introducido en el último año. Por lo que, estando al tanto de vuestras necesidades, hemos elaborado un curso en el que podréis conocer toda la normativa totalmente actualizada de una manera sencilla, realizar casos prácticos y consultar todas vuestras dudas, podéis ver las fechas y toda la info AQUÍ.
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