De Temporada: las uvas
Entramos en el mes de Septiembre y con ello se acerca la temporada de la vendimia, donde cantidades de personas se reúnen para la recolecta masiva en las plantaciones de uvas.
Este tipo de fruta nos puede aportar numerosos beneficios a nuestra salud como puede ser una reducción en el riesgo de enfermedades cardiovasculares gracias al gran porcentaje de antioxidantes que posee (principalmente el compuesto fenólico denominado resveratrol), o también un gran aporte energético ya que por cada 100g nos aporta 67 calorías, entrando de esta forma entra las cinco frutas con mayor valor energético.
La uva es una de las frutas más preciadas en nuestro país debido a la gran cantidad de producción de diferentes tipos de vinos que se genera con ellas. Existe una controversia en el panorama alimenticio sobre el uso y la utilización de sulfitos durante la fabricación de vinos
¿QUÉ PELIGRO SUPONEN LOS SULFITOS PARA NUESTRA SALUD?
Los sulfitos (también comúnmente llamado dióxido de azufre) se utilizan como aditivo para la conservación del vino dado que funciona como antimicrobiano y antioxidante, ayudando a prolongar el aroma y el frescor del alimento, garantizando así su calidad.
No son solo añadidos, son un subproducto natural del metabolismo de la levadura durante la fermentación alcohólica, estando presentes en el vino en muy bajas dosis.
El problema puede darse cuando se utilizan de manera excesiva y se produce una intoxicación por sulfitos, ya que estos destruyen la vitamina B1 de nuestro organismo, llegando a provocar nauseas, irritación gástrica y vómitos.
También pueden aparecer algunas reacciones alérgicas leves en individuos asmáticos dependiendo de su sensibilidad a este aditivo, provocando síntomas de picor, secreción nasal y estornudos.
¿CÓMO PODEMOS EVITAR ESTOS RIESGOS?
Asegurándonos de tomar vinos de bajas cantidades de sulfitos:
- Vinos certificados ecológicos: con un máximo de 150mg/L para vinos blancos y rosados, y 100mg por litro para el vino tinto.
- Vinos naturales: con 20mg/L. Esta cantidad no está regulada, se trata de un máximo comúnmente aceptado ya que por lo general en los vinos naturales no se añaden sulfitos.
SU CONTROL EL LA INDUSTRIA.
Las cantidades mínimas de sulfitos en los vinos están reguladas por el Reglamento Delegado (UE) 2019/934 de la Comisión, de 12 de marzo de 2019, por el que se completa el Reglamento (UE) nº 1308/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo en lo que se refiere a las zonas vitícolas donde el grado alcohólico pueda verse incrementado, las prácticas enológicas autorizadas y las restricciones aplicables a la producción y conservación de los productos vitícolas, el porcentaje mínimo de alcohol para subproductos y la eliminación de estos, y la publicación de las fichas de la OIV.
Las cantidades mínimas de sulfitos en los vinos están reguladas por el Reglamento Delegado (UE) 2019/934 de la Comisión encargado de las prácticas enológicas autorizadas y las restricciones aplicables a la producción y conservación de los productos vitícolas.
Se establece que:
“1. En el momento de su oferta al consumo humano directo, el contenido total de anhídrido sulfuroso de los vinos distintos de los espumosos y de los vinos de licor no puede exceder de:
a) 150 mg/l en el caso los vinos tintos;
b) 200 mg/l en el caso de los vinos blancos y rosados.
2. No obstante lo dispuesto en el punto 1, letras a) y b), el límite máximo del contenido de anhídrido sulfuroso se elevará, en lo que respecta a los vinos con un contenido de azúcares expresado por la suma glucosa + fructosa igual o superior a 5g/l, a:
a) 200 mg/l en el caso de los vinos tintos;
b) 250 mg/l en el caso de los vinos blancos y rosados;
c) 300 mg/l en el caso de los vinos de determinadas denominaciones específicas.”