Noticias en calidad e inocuidad en junio de 2025

Repasamos las noticias más destacadas y actualizaciones normativas del mes de junio relacionadas con la gestión de la calidad e inocuidad alimentaria.

La IARC (International Agency for Research on Cancer) clasificó el estireno como probablemente carcinógeno para humanos (Grupo 2A) en 2018.

La EFSA revisó en profundidad la genotoxicidad del estireno —es decir, su capacidad para dañar el ADN— tras exposición oral, considerando estudios en animales, tóxicocinética y dosis reales en humanos, incluidas nuevas evidencias desde 2018 hasta octubre de 2024, así como datos del IARC y del SIRC (Styrene Information and Research Center (Centro de Información e Investigación sobre el Estireno), una entidad con sede en EE. UU.)

No se detectó efecto genotóxico in vivo tras ingestión de estireno en estudios con roedores. 

Los datos toxicológicos indican que los humanos son menos sensibles al estireno que los roedores. 

Según la guía de la EFSA, un límite de migración de hasta 50 µg/kg de alimento no plantea riesgo si la sustancia no es genotóxica. 

El uso de estireno en envases de plástico sigue siendo aprobado, siempre que se garantice que la migración no exceda los 40 µg/kg de alimento. Esta conclusión ofrece estabilidad regulatoria al sector plástico, despejando incertidumbres previas. Si necesitas ponerte al día en la regulación de plásticos en envases te recomendamos la formación en Requisitos de los materiales en contacto con los alimentos

A continuación, el enlace al documento:

El PRAN es el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos, una estrategia coordinada en España para combatir la resistencia antimicrobiana (RAM), un problema de salud pública global. La RAM es la capacidad de bacterias y otros microorganismos para sobrevivir al tratamiento con medicamentos antimicrobianos (como antibióticos). Esto puede convertir infecciones comunes en enfermedades difíciles o imposibles de tratar.

El PRAN es un plan desarrollado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) junto con otros ministerios, comunidades autónomas, centros de investigación y entidades del ámbito sanitario, veterinario, agrícola y ambiental.

El informe 2024 del PRAN recoge los avances en la lucha contra la resistencia antimicrobiana en los ámbitos de salud humana, animal y medioambiental, siguiendo el enfoque One Health.

En salud humana, se destaca una reducción del 14 % en el consumo de antibióticos respecto al pico máximo. Se consolida la red de vigilancia microbiológica RedLabRA y se fortalece la vigilancia de infecciones asociadas a la asistencia sanitaria (IRAS), incluyéndose en el nuevo Real Decreto 568/2024 sobre vigilancia en salud pública. La herramienta CertificaPROA permite la autoevaluación de equipos PROA hospitalarios y comunitarios, con más de 40 autocertificaciones en 2024. También se promueve el uso de test rápidos para infecciones respiratorias en atención primaria.

En veterinaria, finaliza el proyecto ESVAC y se inicia ESUAvet, sistema obligatorio de recogida de datos de uso de antimicrobianos por especie. Se ha ampliado el proyecto de vigilancia de bacterias patógenas clínicas con 23 laboratorios adheridos. Además, se identifican vacíos terapéuticos y se promueven alternativas como vacunas.

En el ámbito medioambiental, se ha desarrollado un proyecto piloto de vigilancia de bacterias resistentes en aguas superficiales junto a MITECO. También se publica el informe sobre residuos de antibióticos en estaciones depuradoras.

La formación y concienciación han sido clave: más de 800 sanitarios han participado en cursos; se ha difundido una app educativa (MicroCombat) y materiales escolares, y se ha celebrado la IV Carrera PRAN. También se ha lanzado una campaña nacional en el marco de la Semana Mundial del Uso Prudente de los Antibióticos, con 190.000 impresiones.

Finalmente, el PRAN ha participado activamente en redes europeas como EU-WISH y EU-JAMRAI, fortaleciendo la cooperación internacional frente a esta amenaza global.

El documento completo, en el siguiente enlace:

La Comisión Europea ha publicado el Reglamento (UE) 2025/1112, que modifica el anexo I del Reglamento (CE) nº 1334/2008, incorporando dos nuevas sustancias aromatizantes a la lista de la Unión:

  • Naringenina (n.º FL 16.132)
  • 2-metil-1-{2-[5-(p-tolil)-1H-imidazol-2-il]piperidin-1-il}butan-1-ona (n.º FL 16.134)

Tras una evaluación favorable de la EFSA, se concluyó que ambas sustancias son seguras para su uso alimentario dentro de los niveles establecidos, sin riesgo de toxicidad ni interacción con medicamentos.

¿Dónde se podrán usar?

  • La naringenina podrá utilizarse en múltiples categorías de alimentos como productos lácteos, productos cárnicos, a base de soja, chicles, bebidas y postres, con límites entre 200 y 1000 mg/kg según la categoría.
  • La segunda sustancia se autoriza exclusivamente para chicles (categoría 5.3), hasta 100 mg/kg.

Esta actualización amplía las posibilidades de formulación para la industria alimentaria, especialmente en sectores como la confitería, lácteos funcionales o bebidas aromatizadas.

Como siempre, se recuerda a los operadores alimentarios la importancia de revisar las condiciones específicas de uso y etiquetado.

En el siguiente enlace puedes acceder al reglamento:

El pasado 6 de junio se celebró una Jornada sobre Cultura de Seguridad Alimentaria organizada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN), con motivo de la celebración del Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos (7 de junio), de la que te resumimos los contenidos más destacados.

La Jornada fue inaugurada por Andrés Barragán, presidente de AESAN y secretario de estado de Consumo, quién destacó la necesidad de responder a los retos y exigencias de los consumidores sobre la inocuidad de los alimentos, con un enfoque de responsabilidad compartida por los agentes económicos y las autoridades competentes en esta materia.

Desde los años 90, el concepto de Cultura de Seguridad Alimentaria ha evolucionado significativamente, integrándose progresivamente en las normativas de calidad y ganando mayor reconocimiento institucional. La seguridad alimentaria se entiende hoy como un comportamiento, más que como un conjunto de normas.

En este contexto, se ha vuelto esencial replantear el enfoque tradicional y reconocer la Cultura de Seguridad Alimentaria como un pilar estratégico de la empresa, integrando la dimensión humana y formando a los trabajadores en la responsabilidad de cada puesto de trabajo. La seguridad alimentaria no es solo una responsabilidad técnica, sino un compromiso colectivo.

Lorena Solar de Frutos, de la Subdirección General de Gestión de la Seguridad Alimentaria, resumió el marco normativo del concepto de Cultura de Seguridad Alimentaria, incluida en los Principios Generales de Higiene del Codex Alimentarius desde 2020 e incorporado a la legislación de higiene de la Unión Europea en su revisión de 2021.

Marco legislativo relevante:

Reglamento (CE) nº 852/2004 (Anexo II, Capítulo XI bis), que introduce formalmente el concepto de Cultura de Seguridad Alimentaria en la legislación de higiene de los alimentos.

Los operadores deben establecer, mantener y demostrar una cultura adecuada. Empezando por el compromiso de la Dirección. Su implementación debe adaptarse a la naturaleza y tamaño de la empresa. Propone herramientas de evaluación para identificar el estado actual, tendencias, necesidades de mejora y medidas correctivas. Se reconoce la subjetividad del concepto, por lo que se promueve la medición indirecta mediante indicadores cualitativos y cuantitativos.

Componentes clave de la Cultura de Seguridad Alimentaria:

  • Compromiso: nivel de prioridad que otorgan las empresas a la Seguridad Alimentaria.
  • Liderazgo: debe implicar a todo el personal; el liderazgo influye en la conducta colectiva.
  • Conciencia: formación («cómo hacerlo») y educación («por qué hacerlo») sobre los riesgos que conlleva cada actividad.
  • Comunicación: la forma en que se transmite la información dentro de la organización.
  • Recursos: disponibilidad suficiente de medios y herramientas que garanticen una implementación efectiva.

Cristina Fernández Bugallo, de la Autoridad de Seguridad Alimentaria de Irlanda, informó de los avances de este país en este tema, con la elaboración de una guía de implementación de la Cultura de la Seguridad Alimentaria dirigida a las empresas del sector en este país; y de la constitución de un Grupo de Trabajo en el que participan todos los directores de las Agencias Europeas de Seguridad Alimentaria.

A continuación, se celebró una mesa redonda moderada por Paloma Sánchez-Vázquez de Prada (AESAN) con la participación de Rosa María Llull Cantallops de la Consejería de Salud del Gobierno de Islas Baleares, Sofía Gómez Cuenca de FEDEPESCA y Elena Cañas Martínez, directora de Calidad de CAMPOFRÍO FOOD GROUP, que expusieron su visión de este concepto y los retos de aplicación efectiva en el día a día de la empresa y en la verificación de cumplimiento por parte del control oficial.

En el debate se puso de manifiesto que la Cultura de Seguridad Alimentaria plantea importantes desafíos, tanto para los operadores como para el control oficial. En primer lugar, es un concepto abstracto y de difícil comprensión, lo que hace necesaria una fase de aprendizaje y adaptación y, en segundo lugar, su implementación exige un cambio en los comportamientos, un proceso que no es sencillo. Transformar hábitos requiere tiempo, esfuerzo y recursos, lo que convierte este desafío en una tarea que demanda compromiso a largo plazo.

En este proceso, el rol del personal directivo es clave, ya que la cultura organizacional se construye desde la cima y se refleja en todas las áreas de la empresa. Los líderes tienen la capacidad de influir, motivar y establecer el tono adecuado para la seguridad alimentaria. Otro desafío clave que nos encontramos es cómo verificar que la cultura de seguridad alimentaria se está implementando y la ausencia de indicadores estandarizados dificulta su evaluación de manera objetiva.

Tras la mesa redonda, Xavier Pera, responsable de seguridad alimentaria y calidad de AECOC, expuso las iniciativas para el desarrollo de la Cultura de la Seguridad Alimentaria en el sector y presentó la Guía de Cultura de la Seguridad Alimentaria de AECOC.

La directora ejecutiva de AESAN, Ana López-Santacruz, clausuró la Jornada subrayando la importancia de apostar por cambios en los pensamientos, actitudes y comportamientos de las personas como paso fundamental para mejorar la seguridad alimentaria.

Las presentaciones de la Jornada pueden descargarse en el siguiente enlace:

En el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) del 3 de junio se ha publicado una modificación del Pliego de Condiciones de la Indicación Geográfica Protegida «Chosco de Tineo».

El Chosco de Tineo es un producto cárnico asturiano elaborado con cortes selectos de carne de cerdo, como la cabecera de lomo y lengua, adobados con sal, pimentón y ajo, embutidos en ciego de cerdo, lo que le da su forma característica, y posteriormente ahumado y curado.

En la modificación simplemente se incluyen nuevos formatos de comercialización.

La inclusión de nuevos formatos de comercialización viene derivada de las demandas actuales de los consumidores, que prefieren formatos más pequeños para reducir el desperdicio alimentario.

El loncheado o la división en medias piezas de los choscos cocidos no altera las características esenciales ni la autenticidad del Chosco de Tineo siempre y cuando su corte y manipulación sea realizado por personal cualificado tras la cocción de las piezas en las instalaciones de los elaboradores para minimizar roturas durante el manejo que podrían mermar la calidad y para evitar riesgos asociados a la inocuidad alimentaria al tratarse de un producto listo para el consumo.

Enlace documento en el Diario Oficial de la Unión Europa: