Toda crisis alimentaria se desencadena tras la puesta en el mercado de un producto alimenticio que pueda suponer un riesgo para la salud de los consumidores.
En la mayoría de los casos, las crisis alimentarias pueden evitarse con sistemas de prevención y vigilancia apropiados y manteniendo los procesos internos bajo control.
Ante una crisis alimentaria, es necesario llevar a cabo una gestión adecuada que permita reducir al mínimo el daño a la reputación de la marca, a su imagen y a las ventas. Sobre todo, evitar posibles repercusiones en la salud de los consumidores. Por ello la rapidez es esencial.
Para poder dar solución a una crisis alimentaria en el menor tiempo posible es de ayuda tener parte de las actuaciones, responsabilidades, etc. acordadas de antemano y 
comunicadas a todo el personal de la organización. Es por ello que en las empresas se hace necesario tener un procedimiento gestión que normalmente se conoce bajo el nombre de Plan o Procedimiento de Gestión de Crisis y emergencias.
Ante una crisis alimentaria, es esencial conocer qué producto o productos están afectados, y para ello se debe de mantener una adecuada trazabilidad del proceso. Esto permitirá conocer tanto los productos afectados como su ubicación (instalaciones, distribución, cliente final…).
Una vez conocida la ubicación de los productos, se debe de valorar el peligro que se presenta y las opciones disponibles para paliarlo lo más pronta y efectivamente posible.
Ante una crisis alimentaria no existe una única solución, ni se puede seguir en todos los casos un mismo esquema. Se debe de valorar de forma individual cada situación. Es por esto que el procedimiento de gestión de crisis se debe de tomar como una herramienta que permita conocer los pasos a seguir (formación de un equipo de gestión de crisis, números de contacto de interés, esquema de evaluación del riesgo etc.), pero no dictará las decisiones a tomar.
Las Normas
Las normas de alimentación recogen la necesidad de diseñar un procedimiento de gestión de crisis.
IFS (international featured standards) dice: “se dispondrá de un procedimiento documentado para la gestión de incidencias y de posibles situaciones de emergencia que tengan un impacto en la seguridad alimentaria, la legalidad y la calidad.”
BRC (British retail consortium): “La empresa debe establecer un plan y un sistema para gestionar los incidentes, que permita retirar y recuperar productos cuando sea necesario”.
ISO 22000: “La organización debe poder garantizar la retirada/recuperación oportuna de lotes de productos terminados que se han identificado como potencialmente no inocuos”.
Conceptos relativos a una crisis alimentaria
En relación a la gestión de crisis nos encontramos los siguientes conceptos clave:
- Recuperación. – toda medida destinada a recobrar un producto peligroso que el productor o el distribuidor haya suministrado o puesto a disposición del consumidor.
- Retirada. – toda medida destinada a impedir la distribución y la exposición de un producto peligroso, así como su oferta al consumidor.
- Inmovilización. – la paralización del producto antes de que se ponga a disposición del
consumidor
Redes de alerta
Existen distintos recursos que ofrecen información sobre alertas alimentarias. Entre ellos, os presentamos dos redes de alerta:
Red de Alerta alimentaria de la Unión Europea (Rapid Alert System for Food and Feed, (RASFF).
Red de alerta española, Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI).
Para más información relativa a la gestión de crisis, tenemos a vuestra disposición un curso de Prerrequisitos: Gestión de crisis al que os podéis inscribir para conocer la legislación aplicable y diseñar un plan de gestión de crisis.
Además, si necesitáis ayuda más personalizada contacta con nuestro departamento de consultoría para acompañaros en el diseño e implantación de este procedimiento.
Dpto. Técnico
